Las Plantas Carnívoras son fascinantes, una maravilla de la naturaleza.
Aunque estés familiarizad@ con ellas, detente un momento a pensarlo: Plantas que se alimentan de animales. ¿Impresionante verdad? Son tan increíbles que incluso puede parecer cosa de ciencia ficción.
Pero son reales, muy reales: Las Plantas Carnívoras son especies vegetales que se han desarrollado para obtener sus nutrientes mediante la captura de presas, normalmente insectos, ya que en su hábitat natural crecen en suelos pobres en nutrientes, donde no pueden obtener alimento como la mayoría de plantas del planeta.
Son tan exóticas que pueden parecer complicadas para cultivar, pero no es así. Es muy fácil mantener y cuidar una planta carnívora, sólo hay que entender cómo se desarrollan en su hábitat natural para tratar de darles unas condiciones y cuidados similares, y no es complicado.
Este espacio vamos a explicar todo sobre las PLANTAS CARNÍVORAS: Cuidados generales, tipos de plantas carnívoras, qué comen y cómo lo hacen, y hasta como reproducirlas de forma muy sencilla.
Tipos de Plantas Carnívoras
Existen aproximadamente unas 630 especies de plantas carnívoras, clasificadas en 5 familias y más de 12 géneros.
Y sí, muchas de ellas se pueden cuidar en casa.
A continuación podrás ver los principales tipos de Plantas Carnívoras cultivables, con guías completas y específicas sobre sus cuidados, reproducción y mucho más:
Cuidados de Plantas Carnívoras
Al existir sobre 630 especies de Plantas Carnívoras, es complicado generalizar sobre sus cuidados.
Afortunadamente muchas de ellas comparten rasgos comunes, que pueden servir de un buen punto de partida para analizar los cuidados de estas increíbles plantas.
Para mucha gente pueden parecer complicadas. Pero no es así, en ese caso se puede decir que no son plantas difíciles, solo son unas plantas incomprendidas 😉
Sobre todo se trata de entender cómo viven en su hábitat natural, e imitarlo de la mejor forma posible para cultivarlas con éxito, y que nos acompañen felices por mucho tiempo.
Sustrato
Lo primero y más importante, es entender que las plantas carnívoras en la naturaleza crecen en suelos pobres sin acceso a minerales ni nutrientes. De ahí que se hayan desarrollado por evolución natural, para obtener su alimento mediante la captura y la digestión de insectos.
Por tanto no están preparadas para procesar ningún tipo de mineral ni abono a través de sus raíces. Eso quiere decir que si ponemos una planta carnívora en tierra normal o en sustrato universal, inevitablemente morirá 🙁
Por tanto hay que utilizar tierras específicas para plantas carnívoras, que son muy fáciles de obtener o elaborar.
En general las mayoría de plantas carnívoras necesitan un sustrato ácido y aireado, pero que tenga mucha capacidad de retención de humedad. Se utilizan mezclas con componentes naturales como: Turba rubia, musgo sphagnum, arena de cuarzo, perlita, vermiculita, etc. Las proporciones ideales varían según cada planta, por tanto, ¡revisa la especie que te interesa!
Riego
Seguimos con el riego, un aspecto fundamental: Todas las plantas carnívoras deben regarse con agua desmineralizada.
Aquí ocurre igual que con el sustrato, las plantas carnívoras no están preparadas para recibir minerales a través del agua, por tanto si las regamos con agua dura del grifo la planta también morirá. Por tanto solo podremos utilizar:
- Agua de lluvia
- Agua destilada
- Agua proveniente de aparatos de aire acondicionado
- Agua de osmosis (hay que analizarla para ver su calidad)
Para medir la calidad del agua, se utilizan unos aparatos llamados TDS, que cifran la cantidad de sólidos disueltos en partículas por millón o ppm. En general las plantas carnívoras requieren que el agua no contenga un valor superior a 100 ppm de sólidos disueltos, aunque hay unas especies más sensibles que otras.
Por ejemplo las Nepenthes no son tan exquisitas en cuanto al agua y pueden soportar valores más altos, pero en todos los casos, cuanto más pura sea el agua mejor.
Por último, la forma de regar más habitual es mediante el sistema de bandeja, esto es poniendo la maceta encima de una bandeja que siempre contenga agua. Así emulamos de forma sencilla el hábitat de todas las plantas carnívoras que viven en turberas y humedales, como las Dionaea Muscípula, Sarracenia, Droseras, etc.
¡No es el caso de todas las plantas carnívoras! De nuevo las Nepenthes son un caso especial porque no soportan los encharcamientos, y deben regarse de forma normal para mantener una humedad constante pero sin agua retenida.
Abono
¡No hay que abonar a las plantas carnívoras! Ellas obtienen sus nutrientes mediante la captura de presas.
Ubicación
Las plantas carnívoras deben situarse al exterior por varios motivos:
- Se alimentan de insectos y por tanto deben ser capaces de poder atraerlos.
- En todos los casos necesitan mucha luz. Aunque «coman» insectos siguen siendo plantas y necesitan hacer la fotosíntesis.
La mayoría de plantas carnívoras viven felices bajo el sol directo. Aunque hay especies que no lo soportan y prefieren luz indirecta, porque en la naturaleza viven bajo la sombra de otros árboles. Aquí de nuevo es importante revisar la especie concreta que te interese.
También hay cultivadores que mantienen a las plantas carnívoras en interior, con cuidados muy específicos y alimentación «manual».
Maceta
Lo ideal es ubicar a las Plantas Carnívoras en macetas de plástico. Se pueden utilizar también macetas de madera, pero con el tiempo se acaban pudriendo por el exceso de humedad.
En todo caso no se debe utilizar macetas de barro o cerámica. Ya que, con la erosión del material, se liberan minerales que se depositan en el sustrato y pueden dañar a la planta. Las raíces de las plantas carnívoras no deben poder llegar a absorber minerales.
Poda y mantenimiento
La mayoría de plantas carnívoras no requieren de poda, pero es aconsejable ir retirando las hojas negras y secas para evitar que se pudran y que no motiven la aparición de los temidos hongos.
Conclusión y resto de cuidados
Aún nos faltan cuidados por concretar, pero son tan dispares según la especie que no podemos definir ningún patrón común. Estos cuidados serían:
- Temperatura y humedad: Es imposible generalizar. Hay especies tropicales que requieren de temperaturas estables y alta humedad constante, y especies de climas templados que necesitan inviernos fríos para hibernar.
- Reproducción: Hay especies que se reproducen bien por semillas, como algunas Droseras que se autopolinizan cada año generando cientos de semillas fértiles. Sin embargo, otras especies resultan más fáciles de multiplicar por esquejes, como las Nepenthes, y otras por división, como la Dionaea Muscípula.
Plantas Carnívoras: Tipos de Trampas
Existen clasificados 5 tipos de mecanismos de captura en las Plantas Carnívoras.
A continuación encontrarás una breve explicación de cada uno de ellos, y un ejemplo de cada tipo de Planta Carnívora cazando, según su mecanismo:
- Pinzas: Se trata de un sistema de activación y cierre de trampas, que utilizan para atrapar a sus presas y posteriormente digerirlas. Las únicas especies que cazan mediante el uso de pinzas son la Dionaea Muscípula (Venus Atrapamoscas) y la Aldrovanda, una planta carnívora acuática. Las hojas cuentan con tricomas sensitivos en su cara interna (pelillos que actúan como sensores), que activan su mecanismo de cierre cuando se rozan.
- Pelos pegajosos: Es el sistema utilizado por las Droseras. Para cazar tienen hojas con tentáculos (a simple vista son como pelos), a través de los que generan una sustancia viscosa llamada “Mucílago”, en forma de gotas brillantes y pegajosas, que utilizan para capturar a sus presas. El mucílago contiene propiedades nutritivas y atrae a los insectos, y cuando alguno se acerca y queda pegado, la planta mueve sus tentáculos hacia su presa, para que se adhiera a la mayor cantidad de glándulas «mucilaginosas» posible. A partir de ese momento secretan enzimas para digerir al insecto y liberar sus nutrientes, que luego son capturados por la Drosera a través de la superficie de la hoja. Algunas especies como la Drosera Capensis, también curvan sus hojas para envolver a los insectos capturados.
- Trampas de caída: Son trampas en forma de jarrón o copa, en cuyo interior mantienen un líquido para ahogar a sus presas. Es el sistema que utilizan los géneros: Nepenthes, Sarracenia, Cephalotus, Heliamphora, Darlingtonia y Brocchinia Reducta. Estas plantas producen néctar o aromas en los bordes de sus trampas, para atraer a los insectos y provocar que resbalen y caigan dentro, donde la planta los digiere. Algunas especies cuentan con jarrones más sofisticados, con pelos que apuntan hacia el interior de las jarras, que facilitan la entrada y complican la salida de las presas. Otras especies como algunas Sarracenia, forman zonas translúcidas libres de clorofila, que utilizan para confundir a insectos voladores haciendo que parezcan «ventanas» por las que poder salir volando, y que realmente provocan su caída hacia el fondo del jarrón al chocar.
- Trampas «olla de langosta»: Es el método utilizado por las especies del género Genlisea, unas plantas carnívoras especializadas en capturar protozoos. Cuentan con trampas en forma de Y que permiten la entrada pero no la salida, obligando al organismo a avanzar en una única dirección hasta llegar a un estómago donde son digeridos.
- Trampas mecánicas: Es exclusiva del género Utricularia, una planta carnívora acuática. Es el mecanismo más complejo y rápido de todos, que se ejecuta en el tallo de estas plantas:
Plantas Protocarnívoras
También existe un grupo de Plantas denominadas Protocarnívoras o Subcarnívoras, que son capaces de atraer, cazar, y matar insectos, pero luego no pueden digerirlos, al menos sin ayuda.
¿A que se debe? Son plantas que se han quedado a mitad del camino evolutivo hacia las verdaderas carnívoras . Puede parecer extraño, y más cuando estas plantas realmente capturan presas para otros insectos o bacterias, que son los que a su vez alimentan a la planta protocarnívora.
Hay más de 300 especies de plantas protocarnívoras, algunas conocidas como la Darlingtonia Californica y unas pocas Heliamphora, que alojan en sus jarros viviendo en simbiosis, las bacterias que descomponen a los insectos para poder alimentarse de ellos.
El ejemplo más espectacular lo tenemos en la planta protocarnívora Roridula: Esta planta se sirve de tentáculos pegajosos para atrapar a sus presas. Y vive en simbiosis con otro insecto, que consigue vivir en la planta sin quedarse pegado gracias a una película antiadherente que lo recubre. Este insecto atraviesa y devora a las presas, y alimenta a la Roridula mediante sus excrementos. Algo realmente increíble
Preguntas Frecuentes sobre Plantas Carnívoras
Sí, en definitiva son plantas y realizan la fotosíntesis para vivir. Sin embargo complementan su nutrición, necesaria para el correcto desarrollo de la planta y su reproducción, mediante la metabolización de nutrientes que obtienen de la captura de insectos. Es algo parecido a los nutrientes que obtienen la mayoría de plantas del suelo o de los abonos.
Existen aproximadamente unas 630 especies de plantas carnívoras, clasificadas en 5 familias y más de 12 géneros.
No, para nada. Sólo hay que saber que requieren unos cuidados diferentes al resto de plantas. Una vez los conoces, son muy fáciles de cultivar.
La planta carnívora más grande del mundo es la Nepenthes Rajah. Famosa por ser capaz de producir los jarros más grandes del mundo, que utiliza para capturar a sus presas. Estos jarros pueden alcanzar 41 cm de alto y 20 cm de ancho. Con esa envergadura pueden llegar a contener hasta 2.5 litros de líquidos digestivos y 3,5 litros de agua.
La clave está en hacer que se oxigenen mucho las raíces. Para ello habrá que trasplantar la planta carnívora a un sustrato muy esponjoso y aireado, preferiblemente en 100% musgo sphagnum deshidratado, eliminando previamente las zonas secas o podridas, que estén negras o manchadas.
Llegados a este punto solo queda esperar y ver su evolución. Cuando empiece a brotar con normalidad, ¡es que ha funcionado!
La planta carnívora más rápida del mundo es una especie del género Utricularia. Y además es la planta con el movimiento más rápido de todo el reino vegetal. Este género se caracteriza por disponer de trampas en forma de vejiga que succionan las presas.